La imagen corporativa o
global es la imagen psicológica que una sociedad tiene sobre una institución.
Está conformada por el variado conjunto de actuaciones y mensajes que brinda la
institución a lo largo del tiempo.
La identificación institucional
se da por la necesidad humana de ser socialmente reconocido como uno y
distinto. Se entiende por identificador corporativo o marca gráfica el signo
visual de cualquier tipo (logotipo, símbolo, monograma, mascota, etc.), cuya función
sea individualizar a una entidad.
Aunque el identificador por excelencia de una
institución es el nombre, éste va siempre acompañado por un repertorio extenso
de signos-tipo o imágenes que se usan aislada y/o combinadamente. Los
identificadores visuales también pueden usarse aisladamente, pues pueden llegar
a cumplir con la misma función que los nombres. Cualquier imagen puede ser un
signo identificador, siempre y cuando, el público las asuma conscientemente como
tales y cumplan un objetivo preciso y determinado. Ejemplos de imágenes o
identificadores no verbales que cumplen la misma función que los nombres son el
símbolo de Mercedes Benz y la manzana mordida de Apple.
Es muy rara la ocasión en que
nosotros encontramos la palabra “Apple” escrita en algún producto de la marca.
La verdad, es que con ver la manzana mordida, es suficiente para que sepamos a la
perfección qué empresa se encuentra detrás del producto que vemos.
Los elementos más importantes
de la marca gráfica son la forma, la medida, el color y la textura. Tener una
identidad visual es indispensable en toda actividad industrial, económica y
social. La creación de la imagen visual de un producto o empresa involucra
elementos psicológicos, semiológicos y antropológicos.
Bibliografía:
*Costa, Joan. Identidad Corporativa, México, Editorial
Trillas, 2011.
*Chaves, Norberto y Belluccia,
Raúl. La Marca Corporativa: Gestión y
Diseño de Símbolos y Logotipos, Argentina, Paidós, 2011.
*Rodríguez, Abelardo. Logo, ¿Qué?, México, Siglo Veintiuno
Editores, 2005.